El vínculo

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El vínculo es el gran lazo que nos hace unirnos con los seres que queremos. Con nuestros animales pasa lo mismo. Desde el mismo día que nuestro perrete, gatete, conejo o ser animal llega a nuestras vidas, empezamos a crear un vínculo que nos une a ellos y nos hace quererlos de una forma que mucha gente, que no comparte lo maravilloso que es convivir con otro ser vivo de otra especie, no puede llegar a entender nunca.

El vínculo con nuestros animales es una de las relaciones más puras que existen y más sinceras, ellos nos ofrecen todo de su vida y nunca nos piden nada, solo que estés, no hace falta que hables, no hace falta que les des nada material, no te van a pedir un juguete nuevo, ni una cama nueva, solo te agradecen todo lo que les des, sin más.

Te agradecen una caricia como algo maravilloso y como lo más bonito del mundo, te agradecen una palabra bonita como si fuera la primera vez que la escuchan y te reciben todos los días como si fuera la primera vez que te ven desde hace una semana, mes…aunque solo hayan pasado unos minutos desde que nos hemos ido.

Los animales son seres maravillosos que los humanos tenemos la enorme suerte de tener a nuestro lado y, a veces, no somos capaces de reconocer lo especiales y generosos que son.

Podría hablar de cómo fastidiamos el vínculo con los animales que convivimos pero eso lo dejaré para más adelante, solo quiero hablar de la suerte que tenemos de compartir nuestra vida con ellos.

Los animales son esos seres que nunca nos reprochan nada, da igual lo enfadados que estemos o, peor todavía, si ese enfado lo pagamos con ellos, ellos te seguirán mirando con esos botoncillos que tienen como ojos con el mismo amor hacia nosotros. No entienden del odio del que tanto entendemos los humanos. El vínculo de un animal hacia el humano hará que si le regañas por algo, que posiblemente él no tenga ni idea de a qué viene, a los cinco minutos lo tengas pegado a ti como si nada hubiera pasado entre los dos. Los animales no entienden de rencores. Podremos dejarlo dentro de un maletero encerrado dentro de un coche durante una hora que cuando lo abras te recibirá con el amor de verte y con esa felicidad del reencuentro por volver a estar juntos, no por el odio de haberle dejado encerrado solo y a oscuras durante una hora sin saber por qué. Así son los animales.

El vínculo es maravilloso pero los seres humanos no lo somos, por eso, este vínculo es frágil y aunque siempre está y es irrompible, muchas veces y por frustraciones, castigos mal empleados, tonos de voz inadecuados y no conocer el contexto de la comunicación con la especie con la que estamos conviviendo se vuelve un poco más débil y tenemos conflictos en la convivencia.

Ojalá a través de los consejos y publicaciones que hagamos os podamos ayudar a tener un mejor vínculo y comunicación con toda vuestra familia de seres vivos.

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